En el origen del SMS nada hacía presagiar que llegaría a tener una importancia vital en el marketing, en campañas como las promociones vía SMS empleadas mediante el uso del SMS masivo.
¿Sabías que Friedhelm Hillebrand fue el inventor del SMS en el año 1980, cuyo significado en inglés es Short Message Service?
La misión original del SMS consistía sencillamente en avisar a los usuarios de los móviles que habían recibido alguna llamada perdida, o de que alguien había dejado un mensaje en su buzón de voz.
Fue en Estados Unidos, en el año 1992, cuando el primer SMS fue enviado con fines comerciales por el ingeniero Neil Papworth. Un dato curioso que puede interesarte es que lo hizo desde un ordenador, y el mensaje contenía un simple “Merry Christmas” dirigido a su amigo Richard Jarvis.
Su propio inventor, Friedhelm Hillebrand, limitó a 160 el número máximo de caracteres, pensando que era una cantidad suficiente para transmitir información relevante.
Para ello se basó en un experimento, consistente en teclear en una máquina de escribir las preguntas, respuestas y frases más comunes empleadas en el lenguaje coloquial, a través de las cuales era posible la transmisión de ideas. Comprobó que para ello bastaban menos de 160 caracteres, de ahí que fijara este número como el máximo a emplear en un SMS.
Durante mucho tiempo el SMS fue el método de comunicación personal más utilizado, superando incluso a las llamadas telefónicas. La llegada de las aplicaciones de mensajería instantánea, ha derivado el uso de los SMS para empresas.
Así, actualmente, el SMS tiene un marcado carácter empresarial, por lo que lejos de quedar en desuso, cada vez es mayor el número de empresas que optan por comunicarse con sus clientes a través de este método. De hecho, imagínate: ¡cada segundo son enviados cerca de 193.000 SMS en todo el mundo!