El objetivo indiscutible de cualquier empresa es ganar clientes y que estos inviertan en el negocio. Si no es rentable, obviamente, la compañía no perdurará mucho tiempo en el mercado. Los inicios en el sector empresarial nunca son fáciles y, a menudo, tienes muchas dudas acerca de cómo conseguir nuevos clientes o cómo fidelizar a los clientes que ya tienes.
Lo más importante, en este momento, es obtener los datos de las personas que, habitualmente, compran en tu empresa. Una de las mejores maneras de hacerlo es a través de un formulario que se coloque en las redes sociales y en la web corporativa. A través de estos formularios, el cliente estaría dando permiso para que la empresa pudiera almacenar y utilizar sus datos.
Dos de las maneras más efectivas de comunicarse con el consumidor son las siguientes: a través del teléfono móvil, mediante mensajes de texto, o por la vía del correo electrónico. Como el objetivo consiste en ganar y fidelizar clientes, lo que tiene más efectividad es emitir mensajes personalizados. A los clientes les gusta sentirse únicos y saber que las marcas se preocupan por ellos. Si personalizas los mensajes que les envíes, de manera que no se sientan como un número más, aumentará la reputación de la marca y, por supuesto, su confianza en ella.
Cada cliente es distinto. Por eso has de intentar conocerlos un poquito más, por ejemplo, mediante las redes sociales, para averiguar a qué hora es conveniente enviarle un mensaje o un e-mail. Si sabes que a las 10 de la mañana estará trabajando y con el correo abierto, será la hora propicia para enviarle un correo electrónico, ya que seguro que lo lee.
Los mensajes que envíes deberán incluir también promociones y contenido de valor. Esta es, sin lugar a dudas, la manera perfecta de asegurarse la atención del cliente