Hoy en día una empresa sin un plan claro de comunicación no puede ofrecer apenas resistencia ante sus competidores. Probablemente puedas verlo con facilidad en cualquier sector: necesitas mantener el contacto con tus clientes y potenciales compradores y hacerlo de la manera más empática, eficiente y funcional posible. Y en este clima, uno de los modelos de comunicación que más se valoran es el omnicanal, ¿lo conoces?
¿En qué consiste la comunicación omnicanal?
La omnicanalidad es un concepto que hace referencia a la posibilidad de que el público o los clientes se puedan poner en contacto con una marca desde diferentes sistemas o maneras. Es decir: que se pueda establecer una comunicación empleando más de un medio.
En el enfoque tradicional solía haber una dirección postal o un número de teléfono al que llamar. Pero hoy en día existen correos electrónicos, redes sociales o consultas en la página web que se pueden resolver a través de un chat. Eso sí, que se añadan estas opciones no implica que haya que prescindir de las anteriores. Todo lo contrario. Este modelo, precisamente, lo que busca es combinar todas las opciones posibles para que cualquier cliente, sea como sea y con independencia de su situación, pueda conectar con la marca con facilidad.
¿Cómo utilizar la omnicanalidad en tus campañas de venta?
Muy sencillo: incluir este sistema en tu modelo de venta te ayudará a llegar a una mayor cantidad de público. Basta con segmentarlos en función del medio que utilicen (teléfono, redes, correo…) y, a partir de ahí, enviar mensajes u ofertas y activar la campaña en cada medio atendiendo a sus particularidades. Así te asegurarás estar impactando a todo tu público objetivo.
En conclusión, cuantas más facilidades tengas para entrar en contacto con tu público, más sencillo te resultará ofrecerles tus productos y aumentar tus ventas. ¿No te parece?