Vivimos en un contexto digital, tecnológico y automatizado cuyo eje principal es Internet. Un nuevo ecosistema en el que ha cambiado la forma en la que percibimos la publicidad. Pero ¿qué factores han impulsado el cambio?
Factores externos que afectan a la publicidad
La dependencia a la red, los nuevos canales de comunicación, un ritmo de vida cada vez más agitado y la transformación de la cultura social han transmutado el comportamiento del consumidor hacia la publicidad.
La implementación tecnológica
Una irrupción sin precedentes de la tecnología digital en nuestras vidas ha supuesto una nueva forma de percibir la publicidad.
Los mensajes publicitarios ya no se reciben por los medios tradicionales, sino que han tenido que perfeccionarse, adaptarse y emitirse por los nuevos canales para llegar a un consumidor digital cada vez más exigente.
El contexto
Diversos estudios revelan que el emplazamiento en el que se encuentra el consumidor a la hora de recibir la publicidad también afecta a sus impresiones.
En este sentido, cuando un consumidor se ubica en un ambiente familiar está menos receptivo. En cambio si está en un entorno novedoso presta más atención al mensaje publicitario.
La percepción
Uno de los factores clave que se trabaja en marketing. De ella depende que el cliente se convierta en consumidor habitual de la marca.
Se trata de aquella opinión mayoritariamente popular que se le atribuye a un producto o servicio. Esta variable se ve afectada por impulsos externos como, por ejemplo, comentarios de amigos u opiniones en las redes sociales.
La efervescencia que trajo consigo la red incidió de lleno en la percepción. Ahora, los usuarios son mucho más influenciables. Por lo tanto, las marcas tienen que trabajar mucho más duro para conseguir una percepción positiva.
En definitiva, a la publicidad se le atribuye un sinfín de connotaciones psicológicas. Si estas son positivas, la marca habrá ganado la batalla.