El contexto empresarial nos ha llevado en los últimos años a priorizar la calidad por delante de la experiencia. Actualmente, seguimos dejando muy de lado a un factor fundamental como es la experiencia del cliente. Preferimos que nuestra compañía sea reconocida por conseguir una ISO porque son criterios universalizados y que dan prestigio. Sin embargo, esta falta en el orden de prioridades está provocando que perdamos múltiples ventas y conversiones para nuestra empresa.
La controversia es que el fin de dichas acciones era conseguir la satisfacción del propio cliente, pero desde el punto de vista objetivo del producto. No obstante, la experiencia del propio consumidor ha demostrado con los años ser mucho más importante y crucial. De ahí, la importancia de contar con líneas telefónicas profesionales.
Lo que siente el cliente es fundamental
El siguiente paso realizado por nuestras empresas para ir más allá del intercambio de productos fueron los famosos cuestionarios de satisfacción. Pese a todo, la falta de realización de dichas encuestas volvió a poner de manifiesto la eficiencia de dichos procedimientos.
Actualmente, es realmente complicado poner dos productos al lado y encontrar diferencias desde un punto de visto objetivo. Por tanto, los cuestionarios solo analizaban nuestras empresas desde un punto de vista objetivo. Ante tal contexto, los consumidores no hacen más que ir un paso más allá y elegir dónde comprar desde un punto de vista emocional.
En este sentido, la experiencia del cliente empieza mucho antes de adquirir uno de nuestros productos. Se basa en un sentimiento o vivencia y nuestra meta pasa por hacerla inolvidable. La mayoría de equipos de comunicación o marketing han pasado a realizar lo que se denomina storytelling. Cuentan historias y experiencias, más allá de promocionar productos. No olvides que numerosos estudios indican que una mala experiencia ahuyenta a dos de cada tres clientes. ¡Apúntate al cambio!