Muchas veces cuando hablamos sobre empresas y sobre cómo estructurarlas, tendemos a enfocar todos los esfuerzos hacia el usuario o los clientes. Y esto también puede ser un error. Lo cierto es que tus propios empleados son el otro pilar fundamental de tu éxito. Y la mejor manera de ganarte su confianza y sacar lo máximo de sus trabajos es a través del marketing interno.
¿Qué es el marketing interno?
Principalmente consiste en una promoción por parte de la empresa hacia sus propios empleados. Es un esfuerzo comunicativo para que comprendan y asimilen los objetivos, las estrategias y los valores más concretos de la marca. De esta forma, consigues que se identifiquen mucho más con su trabajo y que comprendan mejor cómo actuar y desarrollarse.
Las ventajas del marketing interno
Se podrían englobar en dos campos. Las que guardan relación con los empleados serían las siguientes:
– Mayor satisfacción. Nada tan importante como trabajadores contentos para que puedan dar lo máximo de sí.
– Mejor motivación. Tener un por qué ayuda siempre a desarrollar un trabajo más sólido. El sentimiento de equipo les aportará motivos.
– Aumento en la fidelización. Un empleado más concienciado y motivado hará que los clientes que vayan a tu negocio o empresa terminen fidelizándose. Piensa que ese entusiasmo y conocimiento que van a demostrar tus trabajadores se va a contagiar. Y, por lo tanto, mejorará la relación con los usuarios.
En cuanto a los clientes, habría dos ventajas principales:
– Mayor satisfacción: empleados contentos es sinónimo de clientes satisfechos.
– Confianza en tu marca. Si ven que ni los empleados apoyan la empresa, tampoco tus clientes lo harán. En cambio si estos se sienten motivados y unidos a tu negocio, los clientes confiarán en él.
En conclusión, el marketing interno es un espacio de trabajo, como puedes ver, esencial para tu negocio. Y estas serían sus principales ventajas.